Malos usos de tu caldera

Una caldera es un aparato que permite a sus usuarios pasar un invierno mejor, que puede hacer más cómoda la vida de las personas. Pero si se le da un uso inadecuado, puede convertirse en un foco de problemas, de averías, de gastos, de quebraderos de cabeza y de contratiempos. Es por ello por lo que es muy importante saber bien cuáles son los malos usos que se le dan a una caldera, para prevenir esas acciones y velar por su estado óptimo.

Además, si una caldera no se cuida ni se emplea como es debido, pueden aparecer peligros y riesgos para las personas. Será un mal uso seguir usando la caldera sin tener las revisiones pasadas y al día, ya que esto no será nada seguro; es importante revisar la caldera de forma anual, sobre todo las calderas más antiguas que revierten en el interior y que tienen unas combustiones más complejas.

Otro mal uso de la caldera será seguir con ella pasados los diez años desde su instalación; en cualquier caso, este periodo de una década dependerá también del mantenimiento que se le haya ido proporcionando, de las características del aparato y del mayor o menor uso que los usuarios le hayan dado.

Tampoco se deberá seguir usando la caldera si la llama, en vez de ser de color azul, se muestra en un tono anaranjado, pues será síntoma de que no está funcionando bien. No hay que obviar bajo ningún concepto el hecho de que la principal causa de accidentes con el gas como protagonista se debe al mal uso del usuario, del titular de la instalación. Si la caldera no combustiona de una manera correcta, no hará otra cosa sino intoxicar y hacer el clima mucho más enrarecido.

Otro mal uso de la caldera sería tratar de tapar o de obstruir las rejillas, los conductos y los huecos de las calderas de calefacción. Ni que decir tiene que, si notamos un ligero olor a gas con procedencia del propio aparato, lo mejor será ventilar el espacio, cerrar la llave del gas y prescindir de encender toda clase de mecheros, cerillas o encendedores de fuego. Tampoco estará de más tener colocado en la propia vivienda un sistema detector de incendios; contar con extintores de incendios portátiles o sistemas de rociadores automáticos siempre serán bienvenidos.

Aparte de lo que comentamos, hay una serie de coordenadas básicas que se deben cumplir a rajatabla para no agravar la situación. Lo primero es no esperar a que el contratiempo que se ha producido en la caldera se solucione solo; si una caldera necesita estar a una temperatura de más de treinta grados para poder calentar a unos veinticuatro grados, entonces hay algo que anda mal, por lo que no deberíamos dejar pasar ni un instante sin preocuparnos. Tampoco será normal seguir como si nada hubiera ocurrido cuando la factura del gas se haya disparado y los hábitos de consumo de gas sigan siendo exactamente los mismos.

Ante todas estas anomalías técnicas que estamos comentando, lo mejor es ponerse en manos de profesionales cualificados. Ojo, es conveniente no dejar tu caldera a cualquier operario amateur; los primos, los vecinos y los cuñados con algunos conocimientos sobre gas no son la mejor idea, ya que pueden incluso hacer que el problema empeore. Llegados a este punto, lo más aconsejable es avisar a una empresa especializada y que cuente con la certificación de Servicio Técnico Autorizado. Si nos rodeamos de profesionales, podremos tener la mejor solución a nuestro alcance, y además disfrutaremos de los más detallados informes y partes de daños.

Bajo ningún concepto, si no se tienen los conocimientos pertinentes, deberíamos intervenir al escuchar un ruido extraño o anómalo en nuestra caldera. Cuando se enciendan los pilotos o cuando la propia caldera dé a entender por su comportamiento que sufre una avería, deberemos cuidarnos de intervenir en el aparato. Será más positivo no tocar absolutamente nada, ya que manipulando cosas que no debemos podemos complicar bastante el escenario incluso. Hay que tener precaución además al operar con las herramientas domésticas que se tengan a mano, porque el resultado podría ser contraproducente; el mejor camino será tomar el teléfono entre las manos y llamar a la compañía experta que hemos decidido.

Será desaconsejable que la caldera se instale en lugares que no tengan la suficiente luz, que carezcan de una ventilación buena, que no cuenten con el espacio alrededor suficiente como para que el operario de la caldera pueda intervenir cuando exista algún tipo de problema. Además la caldera no deberá tampoco estar muy lejos de los puntos de consumo de vapor, para así minimizar al máximo posible las pérdidas de calor que se producen por condensación de las cañerías y conductos. Y es que es fundamental no llevar a cabo usos que sean perjudiciales para la caldera.

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